Otra vez está de regreso. Se nota. Está bien, nunca se fue, aunque estuvo un poco callado durante un tiempo. Sin embargo, como una mandarina inflable gigante que se cierne sobre los cielos del mundo, Donald J. Trump es omnipresente. Es el ser humano más famoso del planeta. Posiblemente en la historia. O: “¡¡DE LA HISTORIA!!”, como él lo diría. Más importante que Jesucristo. Sin embargo, no es suficiente. Es un adicto. No estará…